El Grial y la Mesa de Salomón en Jaén
Nos trasladamos a Jaén siguiendo la versión de que con la invasión musulmana, la Mesa de Salomón junto con el tesoro visigodo pasó a manos árabes quedando ocultos en Jaén ó en su provincia al ser trasladado hacia el sur tras ser reclamado el botín obtenido en Toledo por el Califa de Damasco. Protegido por una nutrida escolta el tesoro viajó hacia algún puerto andaluz para embarcar hacia oriente. La guarnición cruzó tierras manchegas, pasó Sierra Morena (paso obligado que comunicaba la Meseta con Andalucía ) y llegó hasta tierras andaluzas, a la actual provincia de Jaén (“Geen” camino de caravanas).
La posibilidad de que fuera trasladada a la ciudad de Jaén y estuviera en alguna galería oculta debajo de la catedral, como afirman algunos investigadores, puede ser factible, además de la multitud de leyendas jiennenses que insisten en que las galerías y cuevas secretas de la ciudad poseen un tesoro, Tesoros que no tienen que ser siempre materiales, sino que serían sagrados y tendrían que ver con el secreto conocimiento que se guardaba en la ciudad santa del santo reino Jaén.
Una de estas leyendas muy arraigada en Jaén es la leyenda del lagarto o dragón que se cobijaría en una de las galerias subterráneas protegiendo un tesoro. En la catedral se encontró durante la Guerra Civil unos legajos entre los cuales figuraban una lista de “los que buscaron la cava”, es decir, una serie de nombres de personas notables del siglo XIII que buscaron una cueva donde se hallaba la Mesa de Salomón.
Sociedades secretas españolas y extranjeras se han interesado vivamente en el tema, destacando la logia de los Doce Apóstoles, de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, formada por destacadas personalidades españolas y extranjeras que hicieron de la búsqueda de la Mesa su objetivo. En sus actividades salen a relucir lugares todos de Jaén como La Iruela (cerca de Cazorla), la ermita de Santa Potenciana (Villanueva de la Reina), Espelúy, la Piedra del Letrero en Chiclana (donde estuvo el obispo Rufinus y el templario Petrus Verginus) y especialmente Arjona, en donde se les relaciona con el Santuario de los Mártires, enigmático templo que el obispo Moscoso y Sandoval mandó construir en el solar de la antigua ermita de San Nicolás, la del antiguo obispo guardián Rufinus.
La investigación
Esta logia fue la que hizo en 1912 la conocida como “lápida templaria” de Arjona, una de las doce que inicialmente se hicieron. La lápida templaria estaba en la cripta del barón de Velasco (perteneciente a la logia), en la iglesia de San Juan en Arjona, y ahora se encuentra en el Ayuntamiento de esta localidad. En ella aparece un diseño geométrico en el que quizás se reproduzca lo que había en la Mesa de Salomón.
Ya disuelta la logia de los Doce Apóstoles, en 1926 se encontró algo excepcional: en una finca cercana a Torredonjimeno (junto con Martos, la antigua Ossaria) un campesino halló un tesoro visigodo formado por coronas, cruces y otras piezas; en algunas de ellas aparecen inscritas los nombres de Trutila y Rovine, los nombres germanizados de Totila y Rufinus, los dos obispos guardianes de la Mesa de Salomón…
Siguiendo los antiguos textos y las leyendas sobre las posibles ubicaciones del tesoro visigodo, visitamos e investigamos los castillos y fortalezas de Belmez, Campillo de Arenas, Torredonjimeno, Jamilena y Sta. Catalina en la ciudad de Jaén. Realizamos investigaciones en las ruinas del antiguo Convento de la Negra en Fuensanta de Martos, en la Catedral y en la antigua sinagoga hoy Iglesia de San Andrés en Jaén. Visitamos el Ayuntamiento de Arjona donde contemplamos la lápida templaria, la cripta del Baron de Velasco y el muy interesante Santuario de los mártires.
Los resultados de las investigaciones nos indican que el tesoro visigodo en el que estaría la Mesa de Salomón, no se encuentra en ninguno de los lugares investigados. Sin embargo en el Santuario de los mártires o de las sagradas reliquias en Arjona, decubrimos una cavidad oculta desde uno de los muros exteriores, lo que parece ser una pequeña sala que no tiene acceso ni desde el interior ni desde el exterior del Santuario. Las gráficas obtenidas señalan así mismo, objetos métalicos.
