Sin dejarme intimidar, avancé hacia corazón del titán para dejarte engullir por el portón medieval que recibe al boquiabierto visitante.
Llegué a una celda perteneciente al Abad, en esta ocasión el análisis fue distinto.
Encendí con premura la linterna. Podía ver objetos de todo tipo: cuadros pintados, libros antiguos y bustos de personajes ilustres.
Según avanzaba iba escudriñando todos los muros, buscando el reloj solar. Finalmente, lo divisé en el pórtico sur.
Cuando lo único que puede ayudarte es la adrenalina y un poco de suerte.
Adentrarse en la cultura china requiere tiempo, paciencia y atención a sus detalles. Sus templos y palacios repletos de símbolos y enrevesados arabescos dan muestra de su riqueza milenaria.
Una cadena montañosa rompía la monótona estepa. Tras varios arroyos superados, valles cruzados y giros inesperados, finalmente lo vimos.
¿Se puede saber qué esperas encontrar en Rennes-Le-Château que no se haya encontrado en los últimos veinte años? ¡Todos los investigadores del mundo han escudriñado hasta el último milímetro cuadrado de Rennes-Le-Château!
El único castillo templario que se adapta a esta pista, sería en el castillo de Montalbán, pues exactamente eso es lo que significa la palabra: “Monte Blanco”.